Monday, June 27, 2005

Canela asesina...

Un día me puse a pensar a que me sabía la vida...
Por más que pensara no me llegaba a la cabeza un sabor que describiera la mía. Ese día salí a comprar chocolates, compré de todos, amargo, blanco, normal, con manpi, de todos, pero No, ninguno sabía a mi vida, hasta compré de esos chocolates en cajita de cigarrillos que saben a cucaracha, pero ni a ese...
Entónces super que mi vida no sabía a chocolate... de ese intento sólo me quedaron 2 kilos de más.
La próxima semana pensé que seguramente era una fruta mi respuesta,
Banano, "NO"... muy dulce, muy blando...
Piña, "NO"... mucha fibra, ácida, pálida...
Manzana, "NOOOO way".
papaya, durazno, fresa, etc etc... nada. (Ahí perdí los 2 kilos de los chocolates)

Pasaba el tiempo, y me perturbaba saber que mi vida no me sabía a nada, carajo como así?
Probé lo que menos me gusta, aguacate, pepino, yuca, tantas cosas, que hicieron de mi semana todo un martirio, mi vida tampoco sabía a eso. Empezaba a desesperarme. Cada noche pensaba y pensaba, cilantro, perejil, cebolla, ajo, ajonjolí... ahhhh .... ahhhh.... ahhh, era mi misión imposible, para que vivía si mi vida propia no tenia sabor, no existe un solo elemento en la tierra que deje de tener sabor, asi sea a mierda, pero a algo sabe... y mi vida, nuestras vidas?

Anoche, llegué a la casa con hambre...
pero tenía una pereza de cocinar increíble...
pasaron dos horas... y finalmente me paré y fuí a la cocina, cojí un banano y lo corté en pedazitos, lo puse en un vaso con leche y busqué una cuchara...
El hambre contemplaba ese vaso... empezé a comer...
No puede ser, odié el sabor de mi comida... le faltaba, le faltaba...
FALTABA LA MALDITA CANELA, mierda, no encontré por más que busqué una poquito de canela, y no me pude comer mi vasito de lecho con banano. Uhhhhh como odiaba la situación.

Me quedé anoche viendo tv, pasé por todos los canales de cocina y en todos estában cocinando algo con canela, "jugo de naranja, en rollitos de tarta y dijón bañados con salsa de canela", torta de canela y manzana, ( y yo emputada)... rollos de pollo con salsa de piña y canela... ensalada verde con canela... ahhhhh QUE PESADILLA LA CANELA...

Y qué frustración, como anhelaba una canelita en ese momento... era lo que más quería...
CANELA CANELA CANELA...
Descubrí que mi vida me sabía a canela, sooo sweet, so spicy... tan dulce, tan picante... y al mismo tiempo no sabe a nada, jaja,
esta mañana me levante y ví en el noticiero que una persona se murió ahogada comiendo su postre favorito... se ahogó con la canela...

Lo que le quita la vida a unos, le dá el mejor sabor a mi vida...

a pill told me how death is supposed to be...

Las luces eran plateadas, nunca había experimentado una sensación como esa, no importaba el tiempo, no importaban los sentimientos, no importaba el mundo, importaban los colores, las texturas, los aromas casi traslúcidos de la luz. No oía, pero entendía cada cosa que repetía, en el fondo la única que sabía lo que venía era yo, los demás actuaban instintivamente. Respondían a una situación, entonces me di cuenta que la vida es eso, una simple respuesta a una determinada situación, nada más que ello. Pero por un momento, por unos segundos fui yo la situación, la que determinaba la reacción, por un momento fui Dios. Entonces las escuché, a todas ellas, dueñas de miles de millones de mis sonrisas, y también de algunos cientos de disgustos, pero ahí me quedé perdida en una textura turbulenta de colores grises y amarillos; y así pasó un segundo o una eternidad.

cómo la biología de la evolución es la mejor metáfora de alguien que amé.


*Sólo a veces, cuando levanto la mirada y veo las estrellas, sólo a veces recuerdo quién era….


Recuerdo que crecí viendo lenguas de fuego de estrellas nacientes, su color original era azul, pero luego con el pasar del tiempo y de los años luz las veía amarillas y rojas, y titilaban casi como titilan los corazones. Era testigo del nacimiento y de la muerte de la luz, de la vida, y de todo un subconjunto de subconjuntos en mi hogar, el espacio.
Yo llevaba todas las cuentas del tiempo; y cada ves era más el tiempo acumulado, me desesperaba porque no veía futuro y cada ves apagaba más estrellas, y al otro día otra y otra, y así pasó el tiempo.

Una estrella nacía, yo misma la alumbre con un soplo de color, nacía otra más. Otra más pero la única que me daría mi libertad y unas alas que se debilitarían en una micro fracción de segundo comparada al resto de mi vida en el espacio.
Una estrella nacía… y yo me transformaba con ella, yo misma que no tenía ni diámetro, ni distancia, ni años luz, ni volumen, que no era nada y al mismo tiempo todo, me transformaba en una miserable partícula, un átomo. La fusión del nacimiento de la estrella y yo, yo un átomo, ella una estrella.
Pasaron millones de años, y quizá otros millones, y yo continuaba siendo un simple átomo, de la nada hacia la nada…

Siendo un átomo llegué hasta la tierra. Se movieron las montanas, se “divorció la tierra”, Pangea y Laurasia ; y luego se divorciaron una ves más. La tierra estaba fraccionada, entónces creció el verde, y el azul profundo del agua se virtió por los espacio hundidos de aquel divorcio. Luego vinieron los seres que caminaban y alargaban sus cuellos para poder alimentarse, también desaparecieron. Y yo, aguardaba.
La evolución atacó cada ser, y cada uno brilló de una forma distinta, un ser decidió que era hora de pensar, y así el ser humano decidió copiar la altura de las montañas en inmensos cajones de hierro, los llamaron edificios. Y también volvieron en carros lo que algún día fueron los elefantes, los camellos, los caballos, las carretas…
Todo evolucionó… Y yo, aguardaba.
Finalmente, llegó la hora, fui asignada para ser parte de una criatura maravillosa, esta criatura me recordaba a todas mis hijas las estrellas, tenía luz propia, se suspendía en el aire; aparte volaba, se movía, tenía vida… Era el ser más espectacular que había visto en la tierra, me llamaron LIBÉLULA. Recorrí los Bosques Daneses, pasé por Hannover, por los bosques de thuringuer; y finalmente llegué a Francia, volaba, me suspendía en el aire y era libre...
Una noche, violenta y fatal, conocí que la naturaleza no es inmortal y mi destino estaba marcado...asimilé que era mi último día entónces siendo una libélula, me senté en una rama y observé el cielo... a veces y sólo a veces cuando levantaba la mirada y veía las estrellas; sólo a veces recordaba quién era...
Esa misma noche, volé esquivando las gotas de agua que empezaban a caer desde el cielo, volé hasta que no pude más...
El bosque era denso, y estaba cansada... prensentía que mi último momento se acercaba, y después de un “un tronar seco del cielo” empezé a descender lentamente, caí en la tierra agonizante, y recordé todo mi pasado siendo una libélula, el ser del espacio, el átomo deambulante... la libélula...
Ahí en el suelo; de repente, sentí que una mano me sujetaba y me alzaba, no alcanzé a ver su cara, el sentía tener una estrella en la mano... y yo regresaba a ser un simple átomo. En ese momento mi luz se apagó para siempre. Y desde entónces él busca la luz de su vida.