No te sueño, No te pierdo

Yo nunca te soñé, en mi mundo no cabías… en mi mundo no existías; la oportunidad que tenías de existir era tan nula, tan lejana.

Yo nunca te planeé, nunca te pensé, nunca te integré, nunca nunca.
Pero de repente apareciste, de la nada, de un vacío mío, apareciste pero yo insistía en esta ceguera… insistía en la soledad. Yo nunca te soñé, y aún no te sueño.

De la realidad decidiste apartarte, era mejor pretender a ser alguien más, no perder la dignidad ante mi orgullo. Decidiste no jugar, no era tiempo para hacer tu jugada. Esperaste… y esperaste. Pero nunca desististe. La espera marcó la diferencia; y significas por los minutos que perdiste entre pensamientos y palabras que se llevó el viento. Por los años que fuiste anónimo, por el tiempo que no te tuve, o te tuve en la cabeza como una historia de fantasía en la que la niña se enamora por primera ves. Te tuve entre fantasías es verdad, te tuve pero nunca te quise en mi realidad, el miedo a hacerte daño. El miedo a perderte. El miedo a simplemente tenerte, el maldito miedo a ser yo; me alejé… y nunca te soñé y aún no te sueño.

Yo nunca te perdí, porque nunca te acepté, y nunca te tuve a mi manera, y no te tengo aún, ni te sueño, ni te planeo, ni cuento contigo, ni vivo por ti…

Pero
estás aquí frente a mí…
me haces hablar más de la cuenta,
me río de ti,
me acuerdas del mundo
Recuerdas mi nombre
recuerdas mi sonrisa
recuerdas que me puse ayer
y me miras en las fotos;
me llamas a decirme bonita como estás?
Me llamas a simplemente oírme respirar;
Y cuando te vas llueve…
Y si estás aquí conmigo yo no estoy ausente.

No vivo por ti, ni cuento contigo, ni te planeo, ni te sueño, no te tengo, pero ya lo dije, tampoco te he perdido.